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El ladrillo laminado se caracteriza por su doble capa Vista, con un núcleo de hormigón, que proporciona resistencia estructural y aislamiento termoacústico. Es un material de construcción ligero y versátil, ideal para dividir muros, con un acabado que puede dejarse a la vista para uso decorativo o protegerse con resinas acrilicas brillantes & mate, para extender su vida útil.
Características principales
Estructura: Compuesto por dos caras de ladrillos, una interior y otra exterior, unidas por un núcleo de hormigón.
Resistencia: Ofrece una excelente resistencia estructural, ideal para la construcción.
Aislamiento: Su diseño con celdas huecas (en el caso del ladrillo hueco laminado) y el núcleo de hormigón ayudan a mejorar el aislamiento térmico y acústico.
Peso: Es un material ligero que facilita su manejo en la obra. 1,7 kg c/u.
Versatilidad: Se puede usar tanto para construir muros como para acabados decorativos, ya que existen versiones que se pueden dejar "a la vista".
Acabado: Para dejarlo visto, se deben cuidar las caras y los cantos, seleccionando ladrillos con un acabado de calidad.
Mantenimiento: Puede requerir mantenimiento si se deja a la vista, ya que el clima puede causar hongos o manchas. Se recomienda el uso de productos hidrófugos para prolongar su vida útil y mantener su color.
Eficiencia: Permite un ahorro en mortero y una rapidez en la colocación, lo que lo hace una opción eficiente.
Consumo o rendimiento: 56 a 60 unidades x m2